Otra alegría más. Resulta que mi relato Al otro lado ha sido seleccionado para la última convocatoria de Calabazas en el Trastero, la colección de antologías foscas que lleva organizando la editorial Saco de Huesos desde hace ya bastante tiempo y que con esta alcanza su vigésima edición. Me hace muchísima ilusión por muchos motivos. Siempre resulta gratificante para un escritor novel que uno de sus textos resulte agraciado con una publicación, pero si encima lo hace de la mano de una de las colecciones más interesantes del panorama fantástico actual la alegría es doble. Y lo es porque, publicaciones aparte, la editorial Saco de Huesos me parece sobre todo un lugar de encuentro excepcional para gente que, como yo, disfruta de la escritura más allá de las aspiraciones propias del oficio. No es difícil de entender que el foro de Ociozero se haya convertido en un lugar donde cientos de escritores se pasan a diario para comentar los avances de las convocatorias o diseccionar los relatos de otros compañeros. Y eso mola. Mola porque hay un feedback que los pobres de nosotros que aún no hemos publicado nada (o solo alguna cosilla suelta) agradecemos enormemente. Allí he conocido a gente como Pablo Loperena, Quique Cordobés, Ángeles Mora o Giny Valrís, la artista anteriormente conocida como Virginia S.V Riesco, gente maja siempre dispuesta a sacarte los colores cuando pides opinión. Y lo recalco: eso mola. Quizá porque pienso que una de las cosas más bonitas de este mundillo es el de intercambiar pareceres, el de corregirse unos a otros y compartir esa ilusión de juntar letras con la esperanza de que a alguien (en mi caso siempre he dicho que con una sería suficiente) le guste algo de lo que has creado. Y los Calabazas en el Trastero logran sacar de alguna manera ese espíritu de compañerismo que en otros lugares más concurridos se diluye hasta límites incomprensibles para mí. Algo estarán haciendo bien.
Pues eso, que en breves una nueva antología fosca con el tema Máscaras estará a disposición de todos los lectores.
Y eso también mola.
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